En el universo del Gas Natural Comprimido (GNC), hay un control que suele pasar desapercibido pero que puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y un riesgo latente: la prueba hidráulica.
Para entender qué es, cómo se realiza y por qué su precio varía tanto, conversamos con Jorge Martin Quiroga, ingeniero industrial especializado en sistemas de GNC y responsable técnico en Sorvicor.
Hola ingeniero, empecemos por lo básico: ¿qué es exactamente una prueba hidráulica?
La prueba hidráulica —explica Martín— es como un chequeo médico de presión para el cilindro del auto. Consiste en verificar que el tubo que almacena el gas pueda resistir sin fallas la presión para la que fue diseñado.”
En términos técnicos, el procedimiento se realiza desmontando el cilindro del vehículo, vaciándolo completamente y sometiéndolo a una presión superior a la de trabajo habitual.
Por ejemplo, un cilindro de GNC que normalmente trabaja a 200 bar, se prueba a 300 bar, lo que equivale a un 50 % más de exigencia (técnicamente seria 1.5 veces la presión de trabajo).
Durante el proceso, el cilindro se llena de agua y se observa si aparecen fugas, deformaciones o cambios en su estructura. Si soporta la presión sin alterarse, está apto para seguir en uso. Si no, debe ser reemplazado inmediatamente.
¿Por qué es tan importante hacerlo en un lugar confiable y certificado?
Porque estamos hablando de un componente que almacena gas a altísima presión. Si falla, las consecuencias pueden ser graves.
Las pruebas hidráulicas deben realizarse cada 5 años (según la normativa vigente) y siempre en talleres que cumplan con los estándares IRAM 2587 (para GNC) o IRAM 2529-1 (para gases industriales).
Estos talleres deben están certificados por IRAM y DPS, lo que garantiza que se usan equipos calibrados y procedimientos seguros.
“Hay talleres que dicen hacer la prueba, pero no la completan correctamente o no cuentan con el equipamiento adecuado.”
¿Qué tipo de fallas se pueden detectar durante una PH?
Lo más común son deformaciones por golpes o corrosión interna. El cilindro puede parecer perfecto por fuera, pero tener microfisuras invisibles a simple vista.
En vehículos utilitarios como la Kangoo, donde el cilindro suele ir debajo del piso de carga, es habitual que reciba golpes de piedras o tierra acumulada.
La prueba hidráulica permite detectar esos daños antes de que se transformen en un riesgo.
También encontramos casos de válvulas deterioradas o sellos resecos. Si no se cambian, podrían generar fugas al cargar gas.
¿Por qué en Córdoba hay tanta diferencia de precios entre talleres?
Porque algunos talleres no realizan todo el proceso. Si se hace bien, hay costos fijos que no se pueden evitar: desmontar el cilindro, limpiarlo, probarlo, reemplazar válvula y certificarlo.
El precio puede variar, pero un valor demasiado bajo suele ser una señal de alerta.
Cuando un taller cobra menos que el costo de la válvula y la mano de obra, es evidente que no está cumpliendo el protocolo completo.
¿Qué debe revisar el cliente al elegir un taller y al retirar el vehículo?
Hay varios puntos que pueden verificarse para estar seguro de una PH bien realizada. Algunos son:
- Verificar que el taller esté autorizado por Enargas
- Considerar certificaciones externas como IRAM/DPS
- Solicitar la garantía de válvula para estar seguro que te la cambiaron
- Asegurarse que recibirá el certificado oficial de prueba hidráulica y etiqueta autoadhesiva con la fecha de la próxima PH.
Si te entregan el vehículo en una hora y sin haber desmontado el cilindro, es imposible que hayan hecho la prueba completa. El proceso lleva tiempo y control.
Elegir un taller certificado no es solo un trámite, es una decisión de seguridad que protege tu vehículo, a tus pasajeros y a ti mismo.
Ante la duda, siempre es mejor confiar en expertos que siguen los protocolos al pie de la letra.
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